Traveller: Viaje a Londres (Parte 2)

¡Hola lectores!

hoy os dejaré la segunda parte de "Traveller: Viaje a Londres", donde estuve durante la primera semana de febrero por un viaje escolar. La primera parte la encontraréis AQUÍ.

 

En la primera parte os hablé de cómo había sido mi llegada, de cómo vi algunos de los museos más importantes: British Museum, Science Museum o National History Museum, de cómo vimos las plazas y calles más emblemáticas o incluso algunas tiendas que nunca antes había tenido el placer de ver. En esta segunda parte me toca contaros como fueron mis últimos dos días, mi experiencia en la ópera que vimos, titulada "The Phatom Of The Opera" (obvio que es el Fantasma de la ópera), mi vuelta a casa, y un pequeño resumen de todos los sitios que tuve la gran oportunidad de conocer.

Y en serio que os recomiendo muchísimo que viajéis allí algún día.

¡A qué esperáis para verlo!


Empecemos por mi tercer día en Londres, el Miércoles, que cómo el anterior nos levantamos temprano pues queríamos comenzar el día yendo en metro. Sin embargo fue imposible, ya que teníamos que esperar un buen rato.
Cómo queríamos comenzar pronto el día, decidimos cambiar un poco el plan y acabamos por caminar a pie hacia la "National Gallery", un museo de arte dónde podías encontrar todo tipos de cuadros: neoclásicos, románticos, realistas, impresionistas -estos últimos mis favoritos, y es que mi pintor favorito es Claude Monet- ...

Por si no lo sabéis, este gran y hermoso museo (ya que la arquitectura es otra obra de arte), se encuentra en la más que conocida plaza de "Trafalgar Square", dónde tuvimos tiempo antes de entrar al antes mencionado museo. Esta plaza es increíblemente preciosa y hermosa, con dos fuentes grandes a los lados de una gran estatua que cuenta con varios leones imponentes. En los alrededores hay muchas cafeterías y zonas turísticas, además de la Embajada Canadiense y la gran vista, gracias a una calle que baja, del Big Beng desde lejos.

Después tomamos el metro y fuimos a ver "Buckingham Palace", donde no nos cuadró ver el cambio de guardia pero sí que pude ver lo vistoso y excéntrico que era el palacio. Para ello atravesamos el gran e indudablemente verde "Green Park". Volvimos a tomar el metro y esta vez visitamos el palacio y "La Torre de Londres", el puente tan hermoso que atraviesa el Támesis. Indudablemente uno de mis lugares favoritos y donde guardo los mejores recuerdos.

Después comimos en un pub un menú bastante peculiar y ligeramente inglés, todo estaba bastante rico e innovador, pero era mucha cantidad, así que nos sentimos un poco mal al no ser capaces de acabar todo.

Luego caminamos de nuevo por "Oxford Street" hasta llegar a "Carnaby Street", donde nos dejaron mucho tiempo libre; en mi caso yo lo invertí en visitar tiendas de ropa, comprar algún detallito y tomar algo. A continuación, tuvimos que llegar hasta un gran teatro para poder disfrutar de un espectáculo que habíamos contratado, nada más y nada menos que la maravillosa ópera de "The Phantom Of The Ophera", una experiencia inolvidable e irrepetible, ya que me encantó y creo que toda persona que visite Londres debería ir y disfrutar de una ópera (esta además es increíble y súper impactante, en serio que me maravilló).

Y entonces, llegó el último día del viaje, Viernes, donde tuvimos bastante tiempo para poder organizarnos para la vuelta en avión -preparar las maletas, arreglarnos, dejar la habitación recogida-. De nuevo, tomamos el metro y el tren, esta vez sin ningún tipo de problema, para cruzar la zona vieja y proletaria -esa mítica donde se ambienta "Cuento de Navidad"- y llegar a la zona de trabajadores. Este es un recinto donde se congregan grandes empresas y servicios de comunicación además de muchas zonas de tiendas en la zona del metro para gente trabajadora.


Cómo nos sobró tiempo allí, tuvimos la buena suerte de poder ir hasta "King's Cross" la estación de metro donde se rodó parte de la película de Harry Potter, dónde en su nombre se encuentra una tienda de merchandaising oficial -con precios desorbitados- y una escultura del carro con la jaula de la lechuza donde te puedes sacar fotos tú o de forma profesional.
Y donde está la placa de Andén 9 y 3/4.

Luego salimos y caminamos hasta un centro comercial con bastantes tiendas y que nos quedaba bastante cerca del hotel. Pese a ello, pasamos de largo y decidimos ir aun pequeño italiano del que nos habían hablado y donde comimos muy bien por no mucho: éramos siete y nos tomamos cuatro pizzas con bebidas. Nos costó ocho libras, más o menos, a cada uno.
Luego volvimos al hotel a coger nuestras cosas, viajamos hasta el aeropuerto de Gatwick, tomamos el vuelo y luego de nuevo viajamos desde el aeropuerto de Oporto hasta el punto de encuentro.

Y esto ha sido todo,

¡espero que os haya gustado!